Mientras cruzaba Irán, conocí a un joven de Omán. Ambos teníamos vehículos que necesitaban ir a la UAE el papeleo era muy complicado tanto en Bandar como en UAE. Durante ese proceso nos pusimos al día. En el momento de decir adiós, el joven me invitó a Omán. Pocos días después, el 25 de Septiembre, cambié mi plan original y fui a Omán para ver que tal estaba mi amigo Mazin. Desde el primer momento que me encontré con Mazin en país, me sentí como en casa. Raras veces me han recibido con una bienvenida tan cálida y hospitalaria. Él lo había organizado todo. Sus hijos, su padres y sus hermanos vinieron ara unirse al desayuno, me invitaron a un show con camellos y una animada cena. Incluso a un corte de pelo y afeitado formaron parte de la experiencia. Estuve dos noches en una habitación especial de su casa. Me fue difícil decir adiós, sobre todo a sus adorables hijos. Mazin me regaló momentos que siempre atesoraré.



