Cuando comenzó a llover por la tarde, Albert, Lore y yo, paramos en la gasolinera más cercana y nos refugiamos bajo un techo, donde muchos locales estaban reunidos. Tras esperar más de una hora nos dimos cuenta de que no llegaríamos al único hotel que había en la región, a 60 km distancia,
antes de que anocheciese, mientras buscábamos una solución, una chica adorable, Eva, nos invitó a quedarnos en su casa por esa noche. Tras cenar en casa de Eva, nos invitó a una recepción de boda. El lugar incitaba a cantar y bailar, y por supuesto lo hicimos. Me gustaría pensar que la pareja de recién casados y los invitados apreciaran nuestro entusiasmo;-) La mañana después, visitamos al hermano de Eva, Yeni, y su familia. Estamos muy agradecidos por el tiempo que pasamos con Eva, sobre todo por su iniciativa de invitarnos a su casa. Fue un momento precioso que vivimos en Sumatra en Indonesia. Conocí a Alberto y Llore cuando montamos nuestras motos en el barco de verduras desde Malasia a Indonesia. Desde entonces, condujimos juntos a través de Sumatra y Java en nuestra ruta hacia….



