Singapur Sling

Era difícil para mí imaginar cruzar Asia sin parar en Singapur y tomarme un Singapur Sling. Ese legendario cóctel se creó basado en el encantador estilo colonial del hotel Raffel. Allí invité a Gudbjörg Hreinsdóttir, una mujer islandesa, que me alojó durante mi estancia en el pequeño pero especial país. Su marido, Juan, no pudo unirse a nosotros ya que estaba fuera de viaje de negocios. Era difícil adentrarse en Singapur. Además de la acusada lluvia, el coste de conducir allí hacía más factible montar la moto en un camión hasta la casa de Gudbjörg y Juan y volver luego a la frontera. Su casa era muy lujosa, un contraste muy grande con las sociedades por las que había pasado durante mis últimos 4 meses. El camarero del Long Bar, donde se guarda la receta secreta del cóctel Singapur Sling, me permitió grabar mientras elaboraba nuestras bebidas, tras consultarlo con su manager. Normalmente está totalmente prohibido grabar.